La mañana de este lunes en las mesas de los cafés políticos el tema favorito fue la Consulta Popular convocada por el gobierno de la 4T y AMLO, y que para la mayoría de los sabios bebedores del aromático fue un gran fracaso, pues a pesar de que el “SÍ” ganó de calle, la cantidad de los votos emitidos no fueron suficientes para llevar a juicio a los expresidentes. Sin embargo -como casi siempre pasa en la política- hay quienes ver claroscuros en la lectura de lo que pasó este domingo 1 de agosto en la Consulta Popular, pues hay analistas que afirman que AMLO creó la esperanza entre los mexicanos que lo llevaron al poder de que castigaría a los expresidentes -motivo principal de su discurso político- y que eso es algo que el propio tabasqueño sabía que era imposible de lograr y que de intentarlo, no faltarían jueces que los ampararía de inmediato quedando el Presidente con el oso del siglo entre las manos. 

¿Cuál era la salida más viable para AMLO según algunos analistas? Pues que el propio Pueblo Bueno y Sabio fuera el que no quisiera que se enjuiciara a ex presidentes, por lo que hay quienes aseguran que AMLO, perdiendo… ganó. AMLO no obtuvo el respaldo de los que votaron por el “SÍ”, sino de los que votaron por el “NO” y los que se abstuvieron de ir a las urnas, para así justificar ante la historia al no proceder en contra de los expresidentes castigados en las urnas en el 2018. ¡Vaya, le dieron la excusa perfecta para no cumplir con su promesa principal de campaña! Le dieron la justificación histórica para no actuar contra aquellos que acusó de corruptos y traidores a la patria. El Pueblo Bueno lo que hizo -seguramente sin quererlo así- fue dispensar constitucionalmente a AMLO. Así que ‘sin comentarios’ como decía Agustín Barrios Gómez, los canillazos o las banderillas se las dejamos a la historia para saber quién fue el verdadero ganador con los resultados de la Consulta Popular que costó al país más de 500 millones de pesos.

Renovación de dirigencia estatal de MORENA… y hay dos opciones. El partido político MORENA está por renovar a la dirigencia estatal en Veracruz. Luego de los sorprendentes resultados de las pasadas elecciones intermedias del 6 de junio, el panorama se ve terso para que el Delegado en funciones de Presidente, Esteban Ramírez Zepeta, no tenga problemas y sea elegido -ahora sí- como Presidente. Es cierto que la división generada por Gonzalo Vicencio dañó a la estructura del partido, pero no lo suficiente como para socavarla y los resultados de las elecciones son la garantía que ofrece Esteban. Por tanto, en cuanto a la definición de quién será el próximo presidente pareciera que no hay más que una opción. Aún así, quedan dos opciones en el tintero. Una, que la renovación se dé tan solo del Presidente y que se mantenga el Comité Directivo; y la segunda opción es que no solo se renueve la presidencia, sino todo el Comité Directivo. Si se da el segundo caso, veríamos entrar a nuevas caras aunque en algunas carteras podría haber enroques para que los actores políticos que dieron el triunfo en junio, puedan continuar apoyando al partido desde una nueva encomienda. ¿Quién determina cuándo será la elección, el método y qué se elegirá? Todo depende del Comité Directivo Nacional de Morena, pues deberán replicar el mismo método en todos los comités directivos estatales del país. Se ha manejado que hay otras opciones para la dirigencia de MORENA Veracruz, pero hasta hoy la propuesta de Palacio solo es una, y a menos que algo extraño pase, será Esteban Ramírez Zepeta.

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