Sin duda que son tiempos de transformación, al menos es lo que se puede apreciar cuando la titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Namiko Matzumoto Benítez, sale a plena luz del día y en medio de una encendida y sentida manifestación pública, a culpar de omisa y con los pelos de la burra en la mano a la Fiscal General del Estado de Veracruz, Verónica Hernández Giadáns.
De hecho, ha sido algo sin precedentes que la comisionada estatal de derechos humanos en Veracruz haya ido a meterse ahí, en persona y sin escolta, en medio de los manifestantes a explicar primero que ella ha cumplido su función y por otra, a culpar a quien se entiende es la responsable directa de sus reclamos.
Se entiende que la Fiscal ha sido omisa del caso, puesto que “De 34 recomendaciones que se le han hecho a la fiscalía general del Estado de Veracruz, tan solo en este último año, 22 son por omisión en las investigaciones de personas desaparecidas, sin contar otras 21 que ha rechazado”, explicó Matzumoto Benítez a los manifestantes.
El caso es grave pues la titular de la CEDH abundó que en este año, las recomendaciones se originaron por omisiones del deber de investigar con la debida diligencia, es decir, existe ineficiencia en la Fiscalía.
Sin duda que algo pasa en la Fiscalía de Verónica Hernández Giadáns y las fiscalías especializadas, puesto que a la exhibida pública que hoy le ha dado la titular de la CEDH habría que agregar las que ya le ha hecho Delia González Cobos, titular del ORFIS, por el evidente e inexplicable atraso que existe con relación a la solución de innumerables casos abiertos en contra de exalcaldes y exfuncionarios señalados de ocasionar daño patrimonial a las arcas públicas.
Paridad de género, por encima de la legitimidad
El posponer la definición de las personas que coordinarán los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación ha puesto de cabeza los procesos dentro de MORENA.
Y es que cuadrar los resultados de las Encuestas con las determinaciones en materia de paridad de género, ha sido toda una pesadilla.
La decisión inicial del INE de postular en los nueve Estados en disputa cuando menos 5 mujeres, podría cambiar luego de que el Tribunal Electoral propone que los partidos políticos postulen no a 5, sino cuando menos a 4 mujeres.
Lo anterior, derivado de que Yucatán ya tiene normativas legislativas en materia de paridad de género, por lo que la determinación podría aplicarse solo en los 8 Estados restantes.
Sin embargo, y pese a que el quitar la presión de postular a cuando menos 5 mujeres ayuda a destensar las negociaciones, todavía quedan amplias posibilidades de que hombres queden mejor posicionados en las encuestas, y aun así deban ceder su espacio a una mujer.
Con eso, se garantizaría la paridad de género en las postulaciones, sin embargo, la pregunta que nace es si las mujeres que encabecen una candidatura desplazando a un hombre que haya quedado mejor posicionado, ¿Llegará legitimada políticamente hablando? ¿O qué pasaría si fuera al revés, si un hombre desplaza a una mujer?
A estas horas todavía no hay certeza de la forma en que se den a conocer los resultados, si es que se darán a conocer o simplemente se informará quién encabezará los esfuerzos en cada Estado.
¿Se imagina al dar a conocer resultados, que en un Estado gane un hombre (o una mujer) y él (o ella) deba ceder su lugar? ¿Con qué autoridad podría encabezar el movimiento sabiendo que no ganó?
Por el momento se habla más de garantizar espacios a mujeres; pero ¿Qué pasará en un futuro, qué pasará cuando sean las mujeres las que tengan que ser bajadas para garantizar la llegada de los hombres? Son preguntas, que valdría la pena reflexionar.
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