Los buñuelos son una masa frita crocante similares a una hojuela de cereal pero en tamaño jumbo, generalmente se consumen escarchados con azúcar y canela, ó bañados en miel de abeja ó piloncillo. Son de gran tradición cultural y culinaria en nuestro estado, los cuales se consumen típicamente en fechas navideñas ya sea en posadas, reuniones, como postre en la cena de navidad y cuanta reunión uno se invente en esta temporada.

Al ser un postre tan típicamente consumido en nuestro país en estas fechas, probablemente te sorprenderá saber que el origen de los buñuelos data de aproximadamente unos dos mil años y su creación puede venir de países como la antigua Roma,  Turquía, Marruecos ó Egipto, donde se comían bolitas de masa frita con miel. Este sencillo postre fue popularizándose rápidamente pues, además de ser delicioso, su preparación era muy fácil y de bajo costo.  Por lo que rápidamente llegó España. Fue a través del intercambio cultural que se dio entre España y México durante la conquista, que los buñuelos llegaron a nuestro país. En donde se le añadieron algunos ingredientes y sabores. Como el cambio de aceite de oliva por manteca, la adición de miel de piloncillo y otros sabores que te contaré mas adelante.

No se especifica exactamente en que parte de su historia fue que los buñuelos cambiaron de ser bolitas de masa fritas a hojuelas de masa fritas con una forma más similar a la de una tortilla convirtiéndose así en un postre mucho más crujiente. Y fue precisamente en forma de hojuelas que llegaron a nuestro país  y se popularizaron. Los primero lugares en los que se cocinaron buñuelos en México fueron los conventos. 

Existe un recetario escrito por Sor Juana Inés de la Cruz en donde se incluyen varias recetas de cocina conventual del virreinato en México. En dicho recetario se incluye una receta de buñuelos que eran llamados “Pañuelos”  o  “Puñuelos” esto debido a dos motivos. Uno porque la forma del buñuelo antes de ser frito semejaba a un pañuelo y el otro debido a que a los buñuelos  se les daba forma aplanándoseles con los puños.

Los buñuelos son bien conocidos en todo nuestro país pero, como con casi todos los alimentos, cada región tiene su versión y incluso varían dentro del mismo estado ¿Recuerdas como eran los primeros buñuelos de los que se tiene registro en países como la Antigua Roma, Turquía, Marruecos y Egipto? Pues en regiones como Tlacotalpan los buñuelos mas comunes son similares a éstos, siendo una masa en forma de dona frita que conserva cierta suavidad en su interior después de freírse. Se consumen generalmente con miel de piloncillo haciendo que el interior del buñuelo sea aun mas suave, dulce y un tanto húmedo (dependiendo de que tanta miel le pongas y cuanto tiempo lo dejes allí) la miel de piloncillo acompañada de especias como la canela, da un sabor delicioso a los buñuelos que se disfruta aún más en el clima frio de esta temporada.

Otras variaciones de los buñuelos son acompañados de miel de piloncillo y guayaba (Baja California Sur), acompañados de queso (Chihuahua), elaborados con ralladura de naranja (Chiapas), espolvoreados con azúcar roja (Oaxaca), por mencionar algunos. Tanto los acompañamientos como la forma de los buñuelos puedes variar de un estado a otro.

Ahora ya sabes que puedes disfrutar de este postre típico de temporada de manera tradicional en nuestro estado o agregar diferentes sabores y experimentar con este postre que es una mezcla de tradiciones y culturas.

Fuentes:

https://www.gob.mx/agricultura/articulos/bunuelos-pilas-de-crujiente-sabor-navideno-258812