Una lujosa mansión ubicada en un exclusivo fraccionamiento de Boca del Río se convirtió en el centro de atención en la política veracruzana y traspasó lo local. Lo anterior, desde que el empresario agrícola de San Rafael, Arturo Castagné, lanzó la piedra al aire para señalar como propietaria de la misma a la candidata al gobierno de Veracruz por la coalición ‘Sigamos Haciendo Historia’, Rocío Nahle García. 

La acusación de Castagné pronto se hizo viral. La versión de Castagné, sin prueba alguna más que su palabra, exigía una explicación que, al no haberla de manera oficial, corrió y corrió como loca.  

La falta de explicación oficial y el silencio de Rocío Nahle alentó al candidato opositor Pepe Yunes para exigir que se investiguen propiedades y terrenos de alto valor de la familia de la candidata de ‘Juntos Haremos Historia’. 

“Estamos hablando”, dijo Pepe Yunes, de “una casa de 40 millones de pesos en uno de los fraccionamientos más exclusivos de Boca del Río, la cual no concuerda con los ingresos de un servidor público… Estamos hablando de actos de corrupción que podrían estar relacionados con la construcción de la refinería de Dos Bocas y la asignación de contratos sin licitación a personas cercanas a Roció Nahle, exsecretaria de Energía y actual candidata de Morena”.

Sin embargo, en esta ocasión Rocío Nahle no se quedó callada y ya respondió a través de una entrevista radiofónica con el periodista José Luis Ramírez Baqueiro, en donde sostuvo “Yo rento una casa en el Fraccionamiento El Dorado, mi casa está en Coatzacoalcos, tiene 380 metros cuadrados de construcción y eso les molesta a los opositores”.

Pero Rocío Nahle ahora sí no se quedó con la estocada y dijo que “La sociedad debe saber que como aspirante al gobierno de Veracruz no soy igual a mi contrincante Pepe Yunes, pues sobre él pesan señalamientos directos de corrupción por recibir maletas repletas de dinero por aprobar la Reforma Energética, como señala el propio extitular de Pemex, Emilio Lozoya Austin, quien desde la cárcel lo ha señalado a él y a otros ex senadores panistas y priistas”. 

Y así fue como remató en su defensa Rocío Nahle al afirmar que “José Francisco Yunes Zorrilla es un corrupto, mentiroso y poco hombre, que empleando infundios y chismes de terceros pretende enlodar mi imagen, y no lo dice Rocío Nahle sino lo señaló el mismo Emilio Lozoya Austin”.  

Ahí están las dos versiones, es momento ahora de que se pase de los dimes y diretes y se proceda a presentar las pruebas. 

¡Pruebas! ¡Pruebas!

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